The pandemic caused by COVID-19 has become a recurring theme to be addressed on our blog and beyond all the terrible health consequences and the way in which the world has completely changed, it has also transformed irrevocably completely the flower sector. The state of alarm and the confinement have caused great losses of money as well as inexorably affected the product, as we have previously discussed in the last posts. Despite the fact that with the arrival of vaccines a light is beginning to be felt at the end of the tunnel, uncertainty remains in the air.
The new habits and routines marked by the pandemic have led to the search for new trends so that the flower sector can get ahead of this crisis. And that is where we want to focus today: the emerging alternatives that could mark the future of the floral world.
Before the arrival of the pandemic, events, florists and shows worldwide were the leading avenues in the national flower market; But now the bet is focused on electronic commerce, telephone orders and supermarkets.
On the one hand, the telephone order is the most traditional alternative for the florist of not losing direct contact with its client without suffering any type of risk, both seller and consumer.
On the other hand, online shopping, against weeks of confinement and restrictions on mobility, saw its orders tripled overnight, gaining more and more strength. Currently the rate of recruitment has decreased given the progress against the pandemic but, despite this, the online sector has gained such progress and relevance that it has led many people in the industry to reflect on how to adapt their methods to this growing business.
This new approach requires new and different dynamics as well as renewed challenges to overcome, either when carrying out the cultivation or when planning its logistics. Different Ecuadorian producers have been forced to adapt to larger volumes with a lower price as well as much tighter delivery times. Despite this, the use of these new channels has undoubtedly been one of the most useful tools when it comes to overcoming this unfortunate crisis in the sector.
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La pandemia provocada por la COVID-19 se ha convertido en un tema recurrente a abordar en nuestro blog y es que, sin duda, más allá de todas las terribles consecuencias sanitarias y la forma en qué ha cambiado el mundo por completo, también ha transformado irrevocablemente por completo el sector de la flor. El estado de alarma y el confinamiento han provocado grandes pérdidas de dinero así como afectado inexorablemente al producto, como hemos tratado anteriormente en los últimos post. Pese a que con la llegada de las vacunas se empieza a sentir una luz al final del túnel, la incertidumbre sigue en el aire.
Los nuevos hábitos y rutinas marcados por la pandemia han conducido a buscar nuevas tendencias para que el sector de la flor consiga salir adelante de ésta crisis. Y es ahí donde queremos centrar el foco hoy: las surgidas alternativas que podrían marcar el futuro del mundo floral.
Antes de la llegada de la pandemia, los eventos, las floristerías y los espectáculos a nivel mundial eran las vías líderes en el mercado de la flor nacional; pero ahora la apuesta se centra en el comercio electrónico, los encargos telefónicos y los supermercados.
Por un lado, el encargo telefónico supone la alternativa más tradicional para la floristería de no perder el contacto directo con su cliente sin sufrir ningún tipo de riesgo tanto vendedor como consumidor.
Por otro lado, la compra online, ante las semanas de confinamiento y restricciones a la movilidad, vio cómo de la noche a la mañana se triplicaban sus pedidos, cogiendo cada vez una mayor fuerza. Actualmente el ritmo de captación ha descendido dado los avances contra la pandemia pero, pese a ello, el sector online ha ganado tal avance y relevancia que ha llevado a reflexionar a mucha gente en la industria sobre cómo adaptar sus métodos a éste creciente negocio.
Éste nuevo enfoque requiere de nuevas y distintas dinámicas así como renovados retos que superar, ya sea a la hora de realizar el cultivo o en el momento de plantear su logística. Distintos productores ecuatorianos se han visto obligados a adaptarse a volúmenes mayores con un menor precio así como tiempos de entrega mucho más ajustados. Pese a ello, el uso de estos nuevos canales ha sido, sin duda alguna, una de las herramientas más útiles a la hora de superar ésta desafortunada crisis en el sector.